Vivienda en Calle Gamazo
Fecha y Lugar: 2017 – 2019, Valladolid.
Autores: MADE.V arquitectos – Manuel Cuadrado Señorans, Álvaro Moral García, Daniel González García
Colaboradores: María García Alonso
Premio: XI Premios COACYLE
Imágenes/Foto: Javier Bravo
Situado en la reordenación de los terrenos ocupados por la ultima corona conventual de Valladolid, se construye apoyándose en las alineaciones de mediados del siglo XIX, teniendo datada su construcción entre 1902 y 1903. Se trata de un edificio de carácter industrial, marcado conceptualmente por la cercanía a la estación de tren.
El edificio presenta una planta libre, construida con varias crujías de pies derechos de madera independientes de la tabiquería de bloques de adobe y sus fachadas de ladrillo macizo. La intervención se caracteriza por una actitud de depuración formal de la compleja tipología encontrada. Ésta, basada en alcobas y dependencias cerradas a patios interiores, es el resultado de una planta demasiado alargada, pero con dos fachadas de gran relevancia a las calles Muro y Gamazo. Se aprovecha la fachada hacia el este de luz matutina para las Habitaciones y la fachada Oeste, de luz de tarde para las zonas de estar.
La intención del proyecto es la liberación completa de las fachadas, integrando todos los espacios de servicio en las zonas menos iluminadas, generando una ameba central, disgregada, elevada unos centímetros por cuestiones técnicas, que absorbe las irregularidades de una geometría singular. El resto de la vivienda se resuelve mediante dos muebles. Estos muebles secuencian la privacidad de los espacios El primero se pega a la medianera del edificio, engordándola levemente, marcando la transición de la zona publica a la privada (comedor-despensa-ropa sucia-vestidor). El segundo se dispone como una espina de pez (cocina-hall-mueble de acceso-habitación) atravesando la vivienda por la parte central.
La vivienda trata de dar respuesta a un modo de vida contemporáneo, eliminando por completo la tipología asociada a antiguos modos de habitar, pero, a la vez incorporando elementos heredados, como es el caso de los pies derechos de madera, el ladrillo de la fachada este o el mirador a calle Muro. Se pretende con ello la adición de un nuevo estrato, que no borre por completo las huellas del pasado, y dialogue con él, añadiendo un nuevo capítulo al discurso contemporáneo sobre la vivienda.